¿Cuántas veces nos ha venido a la cabeza la idea de que conocer algo sobre primeros auxilios es muy necesario? Un niño que se atraganta, un adulto que sufre un desmayo, la cura de un herida, una torcedura o caída, cómo tratar a una persona inconsciente, o, sencillamente el uso correcto de los recursos disponibles en el botiquín casero, son razones más que suficientes para que esta actividad sea valorada en lo que se merece. Olga, la nueva monitora que, quincenalmente, a asignado el Ayuntamiento a esta Asociación iniciará su tarea con un curso de Primeros Auxilios. De ahora en adelante, quién no tenga al menos esas nociones básicas, que no se lamente. La ocasión está ahí.
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