sábado, 3 de marzo de 2012


En el Día Internacional de la Mujer: Esther, una vida de superación.

La Escuela de Cuerdas Cañaveral y la Asociación Las Caladoras de La Carrera nos han pedido que nos sumemos al homenaje a María del Mar - Esther, como la conocemos en el barrio - en estas fechas próximas al Día Internacional de la Mujer, que se celebrará en próximo día 8. Qué menos, que apoyar esta iniciativa y adherirnos al escrito que Las Caladoras de La Carrera le dedican. ¡Ánimo Esther!¡Ánimo Antonio!

"Esther es una joven muy conocida en el Barrio de la Carrera, en Los Realejos. Desde la formación de la Escuela de Cuerdas Cañaveral forma parte importante de ella y esto le ha servido de estimulo para seguir luchando y superando las limitaciones de su enfermedad. María del Mar García Hernández, Esther, nació el 24 de Abril de 1976, a los cinco meses y medio de su gestación. Esto condicionó su infancia. Pasó la mayor parte de ella entre médicos y enfermeras en el Hospital de la Candelaria, Dos meses después de su nacimiento, fue trasladada a Bilbao donde le realizaron pruebas médicas. Allí estuvo tres meses. Al regresar volvió al Hospital quedando ingresada hasta los seis años y medio. De su paso por el Hospital tiene unos recuerdos imborrables de algunas personas que le ayudaron mucho durante esos años de ingreso y, aún hoy, las recuerda con mucho cariño.

A los siete años empezó a estudiar en el Colegio de la Pureza donde realizó sus estudios primarios, que, periódicamente, alternaba con sus visitas al Hospital. Es ahí, en el colegio, donde empieza su gusto por la música tradicional canaria y a conocer algunos de sus instrumentos musicales que posteriormente empezaría a tocar. Llevaba una vida más o menos normal como correspondía a una joven de su edad: Ayudaba en las labores de la casa, cuidaba a sus dos sobrinos, salía con sus amigas, iba a los mandados...

Se crea la Escuela de Folclore Cañaveral y desde entonces formó parte de ella, aprendiendo a tocar diversos instrumentos como la guitarra, la bandurria y el timple. También se le daba muy bien el baile, asistiendo a clases en La Orotava.

En el año 2004 sufrió una caída en las escaleras de su casa, a la cual no le puso la más mínima importancia. Pero dos semanas después empezó a tener dolores en las piernas y empezaron a fallarle. Le hacen unas pruebas médicas y no le encuentran nada, pero sus dolores persisten y cada vez le cuesta más caminar. La llevaron al Hospital y después de realizarle muchas pruebas al final le detectan una MIELOPATÍA DORSAL /CD DE BARTTER. Esta enfermedad al final la dejó dependiendo de una silla de ruedas. 

Después de su paso por el Hospital y de pasar esos primeros momentos de dolor y frustración, de verse impedida para hacer todo lo que le apetecía, decidió que debía seguir adelante con esas limitaciones y volvió a reanudar sus clases de folclore e integrarse en el grupo como una más, saliendo a las diversas actuaciones que tienen a lo largo del año por toda la isla.

Actualmente pasa tres días de la semana ingresada en el centro de atención a disminuidos físicos del Sauzal, donde realiza programas de rehabilitación y el resto de la semana en su casa con su padre.Gracias al centro del Sauzal, a la gran ayuda que ha supuesto la compañía de su padre, a su gran voluntad de superación y su humor para superar el día a día, intenta llevar una vida de lo más normal posible dentro de sus limitaciones.

Su experiencia debe servir de ejemplo para muchos jóvenes en iguales o semejantes condiciones que piensan que su vida ya no tiene sentido. Ella ha sabido superar sus limitaciones para darnos la alegría de vivir a los que estamos a su lado. Sirva este homenaje para expresarle todo nuestro cariño y admiración y decirle Esther, te queremos y te necesitamos a nuestro lado."

Asociación de Mujeres "Las Caladoras de La Carrera"

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