Navidad, en puertas
Llega el mes de diciembre, y, en las calles, comercios y viviendas, algo nos dice ya, que la Navidad está cerca. En otros tiempos, las primera nieves, las figuras de unos Reyes Magos que trepan por una escalera colgante, el portal de Belén en un rincón del salón; hoy, además, guirnaldas luminosas en balcones y zonas comerciales, árboles de navidad, Papá Noel y Santa Kluas, y cientos de folletos publicitarios y de brillantes escaparates invitándonos a comprar esto o aquello, son parte del ambiente navideño.
También lo son banquetes; los más entrañables, los familiares, en los que siempre vienen a nuestra memoria los que ya no están, los ausentes y los que nos han dejado para siempre; y, sin duda, los más bulliciosos, los realizados con compañeros de trabajo y hasta con los jefes.
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Imagen del portal de "Cipri" |
Momento de reencuentro, de añoranza; de luces, fiesta y consumo. Eso es nuestra Navidad. La Paz, la solidaridad, la prosperidad y el amor a nuestros semejantes son, como características navideñas, algo más etéreo: una aspiración personal y un deseo a compartir, no por ello menos valioso.
En nuestro blog, ya hemos puesto la nieve y los adornos. En nuestra mente, el deseo de que esas etéreas características navideñas - la solidaridad, el amor al prójimo, la paz con justicia - se hagan cada vez más presentes en nuestra sociedad, en estos tiempos de tanta duda y zozobra, para que podamos salir adelante con bien. Luchemos por ello; es nuestra gran esperanza de superar la encrucijada en que nos encontramos.